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Mostrando entradas de octubre, 2022

OCELO LUCANO

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  Representación imaginaria, tomada de la Wikipedia De Ocelo Lucano ( Ocellus Lucanus ) he sabido por los aforismos de Francisco M. Ortega ( Fisuras ). Creí que se trataba de un invento o de un apócrifo. Pero no, fue un pitagórico del siglo IV a. C. Sabemos de él por Estobeo (Juan de Stobi), doxógrafo neoplatónico del siglo V d. C. Este maestro bizantino le atribuye en su florilogio y colección de sentencias un fragmento en griego dórico del Περὶ νόμου, pero es dudoso que esta sea obra del pitagórico de Lucania. Diógenes Laercio le menciona en una carta espúrea de Arquitas de Tarento a Platón. El escrito que, también con duda, se le atribuye se titula Sobre la naturaleza del universo. Allí se defiende que el universo es eterno y no ha sido creado. Ocelo lo divide en dioses, humanos y demonios. Este tratado sin embargo se data hoy en el siglo I a. C. En él se dice que el universo se mueve sin fin cíclicamente y siempre vuelve a sí mismo. La Tríada es la fuente de todo. Las especies son

CIRCUNCELIONES

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  A finales del siglo III y durante el siglo IV algunos trabajadores temporeros,  mayoritariamente bereberes, se movían por el norte de la África romana como vagabundos dedicándose al hurto y al saqueo. Les llamaron "circunceliones", del latín 'circum cellas': los que van de granja en granja .  Justificaban su modo de vida aduciendo un cristianismo heterodoxo que predicaba la pobreza, la igualdad y el amor libre. Por eso, cuando encontraban un carro tirado por esclavos ponían a estos dentro del vehículo y obligaban a los amos a tirar de él. Todo en nombre de Jesucristo. Si les tocaba morir ajusticiados o de muerte natural lo hacían alegremente, seguros de volar al Paraíso. Hasta llegaron a detener a caravanas militares suplicando a los soldados que los martirizaran. Otros preferían echarse a las llamas o arrojarse desde lo alto de un precipicio. Los historiadores les atribuyen afinidad con los donatistas , como si fuesen los más extremosos de ellos. Se consideraban ag

LA BELTRANEJA

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¿Era o no era Juana hija de Enrique IV de Castilla? Es desde luego más seguro que lo fuera de su segunda esposa Juana de Portugal, hija de Eduardo I, rey del país luso. Aun esto se puso en duda, a pesar de que la legitimidad femenina siempre ha sido más fácil de probar que la masculina. Ya sabes, "nunca digas de este vino no beberé ni este cura no es mi padre"… Al raro y original comportamiento del rey, apodado Enrique el Impotente, dedicó Marañón un sesudo libro en el que ensayó descifrar la compleja y controvertida personalidad del último de los Trastámara. El sabio doctor participó incluso en la exhumación del cadáver del rey en 1946. Al monarca de Castilla y León, príncipe de Asturias y de Jaén (primero y último) y conde de Barcelona, le atribuye una biografía clínica que incluye impotencia o displasia eunucoide, tendencias exhibicionistas, homosexuales y adúlteras. Que los nobles “adulteren” se comprende fácil si se piensa que sus matrimonios fueron impuestos por econom

CELESTINO MUTIS

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  CELESTINO MUTIS Y EL NACIMIENTO DE LA ECOLOGÍA Acuarela del taller de Celestino Mutis José Celestino Mutis nació en Cádiz en 1732. Fue alma de la Expedición Botánica al Nuevo Reino de Granada (1783-1816) que marcó un hito en la Historia Natural de las Américas. La Cádiz en la que nació el naturalista, una de las ciudades más antiguas de Europa, era entonces centro del comercio de Indias, ciudad abierta, comercial, tolerante y hospitalaria, como lo sigue siendo. Celestino Mutis nació tercero de ocho hijos de una religiosa familia de libreros. Estudió gramática y filosofía antes de ser admitido en el Real Colegio de Cirugía, alcanzando grado de bachiller en Artes, Filosofía y Medicina por la Universidad de Sevilla. Tituló como médico en Madrid donde también cultivó las matemáticas, ciencias naturales y astronomía, y ejerció como catedrático de Anatomía. Partió a las Américas con veintiocho años en calidad de médico del Virrey Pedro Mexía de la Zerda. En lo que luego sería Colombia aca

MARQUÉS DE SANTILLANA

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  Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana (Museo del Prado) A la memoria del historiador huelmense  Tomás Quesada Quesada Don Íñigo López de Mendoza y la conquista de Huelma Hasta la conquista del alcázar de Cambil en 1485 y luego de Granada en 1492 el castillo de Huelma jugó un importante papel en las escaramuzas fronterizas entre moros y cristianos. Durante el reinado de Juan II el único avance cristiano fue protagonizado por el regente Fernando, tío del rey, llamado de Antequera porque conquistó esta plaza. Juan II, hombre culto, abandonó sin embargo los asuntos de Estado dejándolos en manos de su amigo y privado don Álvaro de Luna que acabaría decapitado en Valladolid. En 1243 el rey Fernando III el Santo había cedido diversos castillos, entre ellos el de Huelma, al Concejo de Baeza, estando dicho castillo y el de Bélmez “en tierra de moros”: “Si los podéis tomar o conquistar, tenedlos como heredad y término”. Pero desde entonces y hasta 1438 Huelma se conservó en poder de l

ENRIQUE DE VILLENA

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Portada de una edición antigua del Arte Cisoria de Villena Si hay una figura fascinante y de leyenda en nuestra baja Edad Media y pre-renacimiento es la de Enrique de Villena (1384-1434), que nunca fue marqués, como a veces se le nombra, pero sí Maestro de Calatrava. A la muerte del rey de Aragón, Fernando de Antequera, que lo protegió, retirado en su señorío de Iniesta escribió la mayor parte de sus obras, atormentado por la gota y por su insaciable curiosidad. Descendía de las casas reales, tanto de la de Aragón como de la de Castilla, pues por su padre don Pedro era nieto de don Alonso, marqués de Villena que luego fue duque de Gandía. Don Alonso o Alfonso, abuelo de nuestro autor, fue el primer Condestable de Castilla e hijo del Infante don Pedro de Aragón. La madre de Enrique, doña Juana, era hija bastarda del rey don Enrique II, que la tuvo en una dueña de los de Vega… Eso cuenta Fernán Pérez de Guzmán, historiador serio, quien traza así su semblanza (modernizo ortografía y sinta

ÁLVARO DE LUNA

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Siempre he creído que el más mortal de los pecados es el capital de la Soberbia (la soberbia del capital es otra cosa). Prefiero la interpretación del Génesis que hace de la soberbia también Mal genuino, pues Adán y Eva “quisieron ser como dioses”. Ambición desesperante y desesperada. La serpiente ofrecía nada más y nada menos que la omnipotencia, el poder absoluto. Lo peor del soberbio no es que consista en larva de tirano, sino que se cree suficiente y mejor que nadie. Craso error porque según el dicho castellano “nadie es más que nadie”. Puede que, a la tarde, como escribió Juan de la Cruz, seamos “examinados en el amor”, y no en el honor, por un Catedrático supremo y, aunque los dioses estén más allá del bien y del mal, es evidente que el juicio divino será inapelable, pues por definición no existirá instancia superior a la que recurrir. Depongamos el orgullo injustificado. Lo cierto es que la soberbia mata; el exceso de confianza mata al hombre, igual o más que otros excesos. Un e

TEODOSIO EL GRANDE

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Teodosio I el Grande, el último emperador global Hispania dio a Roma hombres ilustres en las armas, en el gobierno y las artes, como Trajano (53-c.117), el primero de los emperadores romanos nacido fuera de Italia, en Itálica, cerca de la actual Sevilla, que restableció la disciplina del ejército y conquistó la Dacia, actual Rumanía. Caminaba a pie junto a sus soldados para dar ejemplo y llevó una vida sencilla junto a su esposa Plotina. En sus tiempos el imperio romano alcanzó su mayor extensión. Reorganizó la administración y ordenó la construcción de grandes obras públicas como el puente de Alcántara. Durante su tiempo florecieron ciudades como Iliberis, Mérida y Zaragoza. De Hispania fue también el emperador Adriano (76-138), sucesor e hijo adoptivo de Trajano. Cuando todo parecía venirse abajo en el Imperio Romano, Graciano, emperador de Occidente desde el 375 al 383, mandó al Imperio de Oriente acosado por los bárbaros a un general hispano retirado: Teodosio, que había nacido en